on el desarrollo en paralelo de cultivos  de tilapia (pez muy voraz de carne blanca comestible) y la fresa, el  Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada  (CICESE), Méjico, comenzó a incursionar en acuaponia, un novedoso  sistema integral que combina las tradicionales técnicas de acuacultura  con el cultivo de plantas sin utilizar suelo.
 
 En este los elementos nutrientes se distribuyen directamente a la  planta por una solución líquida (hidroponía), permitiendo así un uso más  eficiente del agua y doble rendimiento al producir peces y vegetales.
El proyecto de acuaponía que permitió aprovechar los efluentes de un  cultivo tradicional de tilapia para alimentar a las plantas de fresa  Fragaria Ananasa, variedad Camarosa, estuvo a cargo de Julio Alejandro  Sánchez López Aldana, estudiante de maestría del CICESE, y se realizó  bajo la supervisión del Dr. Manuel Segovia Quintero, investigador del  Departamento de Acuicultura de este centro de investigación.
Julio Sánchez López Aldana señaló que el desarrollo de la acuaponía  es muy incipiente en el país donde apenas un par de ensayos se han hecho  en Baja California por parte de un productor asentado en el poblado de  San Antonio de las Minas, al norte de Ensenada.
Al tiempo que existen planes para  desarrollar un proyecto en el Centro de Estudios Superiores del Estado  de Sonora (CESUES) utilizando tomate en un cultivo de tilapia. Fuera de  eso, los estudios desarrollados en el CICESE son pioneros en esta área.  Explicó que en cualquier sistema acuacultural, donde alimentas peces, se  generan continuamente desechos que quedan como remanentes en el agua.
La idea de esto, dijo, es hacer un sistema integral en donde,  primero, aproveches estos efluentes para alimentar a las plantas. Esto  ya se ha desarrollado durante muchos años, en que se creaban “plantas de  tratamiento” a partir de humedales; es decir, se hacían llegar los  efluentes a estos humedales y las plantas procesaban el agua, como una  especie de biorremediación.
|  | Ahora ya se están aplicando estas técnicas con fines económicos, pues las aguas así tratadas se utilizan nuevamente en el cultivo de peces de agua dulce en sistemas cerrados (reutilizando el agua) y a muy altas densidades (cultivos hiperintensivos), como las tilapias. | 
En términos generales, agregó, se  sabe que por cada tonelada de pescado que se produce por acuaponía, por  año, se pueden llegar a producir más o menos siete toneladas de algún  cultivo vegetal.
En el caso de su tesis, se enfocó al cultivo de fresa Fragaria  Ananasa, y trabajaron con la variedad Camarosa fundamentalmente por  cuestiones de clima, pues esta especie se desarrolla bien en invierno.
Explicó que en la hidroponía las plantas comen elementos puros. Se  alimentan de nitrógeno, fósforo, potasio o hierro. Son básicamente macro  y microelementos en su forma pura.
Lo que utilizamos en la acuaponia son compuestos orgánicos; desechos  de los peces suspendidos en el agua y que contienen en su totalidad  estos elementos.
En este no se utiliza la forma  elemental sino algunos compuestos como los nitratos, nitritos, el  fósforo y el potasio en forma de fosfato o tal vez hidróxido de potasio.  Así la planta va tomando lo que necesita.
Sobre la rentabilidad de este tipo de sistemas en cuanto a la tilapia  se tienen que realizar producciones muy altas para que sea rentable.
Se dice que cuando se acopla un sistema de hidroponía a un sistema de  acuacultura, 70 por ciento de las ganancias provienen del cultivo de  plantas.
El sistema funciona mediante una técnica denominada de “flujo de nutrientes” (NFT por sus siglas en inglés), con tubos de PVC de 4 pulgadas  de diámetro. En esos tubos se hace pasar un flujo de agua llamado  solución nutritiva que proviene directamente de los tanques donde se  cultivan los peces, después de pasar por un biofiltro. De esta solución  comen las plantas, y al final el agua regresa al sistema de acuacultura,  porque se trata de un sistema cerrado. A lo largo de la tubería de PVC  se realizan perforaciones en su parte superior, y en cada una de ellas  se coloca una canastita con malla porosa donde, a su vez, se ponen las  plantas. Así, en lugar de tierra se tiene un sustrato inerte para darle  soporte, llamado perlita, este es un producto mineral  que ha sido  sometido a un proceso de expansión a 1200 grados, es inerte, estable,  neutro, estéril, ligero y aislante. Sus cualidades a nivel agronómicos  son: gran capacidad para recibir y retener agua y abonos, facilita la  aireación, efectúa una buena labor de drenaje, estimula el enraizamiento  inicial y el crecimiento vigoroso de las plantas.
Además de cultivar tilapia, se pueden aprovechar otros peces de agua  dulce para estos fines, como la carpa y el bagre, que soportan grandes  variaciones en las condiciones ambientales para su cultivo, o incluso la  trucha, que es más delicada en ese sentido.
Como puede evidenciarse el PVC juega, en el conjunto de la investigación e instalación, un trascendental papel.