COSTOS Y RENTABILIDAD DE LA HUERTA HIDROPONICA POPULAR

Los beneficios que se pueden derivar de la Hidroponía Popular se pueden dividir en dos grupos: los de tipo social y los de tipo económico, que se expresan como rentabilidad o ingresos netos.

Beneficio Social
El beneficio social se obtiene como producto del cambio de las condiciones de vida de las familias, considerando una mejor calidad de la alimentación, la protección de la salud y la obtención de ingresos. Los nuevos ingresos permitirían autofinanciar el funcionamiento y la expansión de la huerta, además de cubrir pequeñas necesidades diarias que antes estaban insatisfechas.
El beneficio también se refleja en el cambio de actitud de las familias y de las comunidades, que dejan de ser miembros pasivos para convertirse en miembros activos en el proceso de su propio desarrollo. Es importante resaltar cómo los niños asumen actitudes muy positivas a través de estas actividades productivas, que aparte de permitirles cosechar productos comestibles, les da la posibilidad de adquirir tempranamente conocimientos prácticos que les hacen menos abstractas algunas áreas del saber, como sucede con la química, la biología y otras.
Rentabilidad Económica
El beneficio económico o rentabilidad es la que se espera obtener mediante la explotación continuada y sistemática de Huerta Hidropónica Popular (HHP) en superficies superiores a 30 metros cuadrados de cultivos, buscando obtener un rendimiento económico por los gastos incurridos y el trabajo realizado. A modo de ejemplo:
Un adecuado manejo de las Huerta Hidropónica Popular (HHP) ha demostrado en distintas experiencias y ensayos que el costo total de la producción por metro cuadrado se paga con la venta de 13 lechugas, estimándose además una pérdida de tres lechugas por metro cuadrado y por cosecha. Es imprescindible para ello establecer una programación que incluya todas las etapas por las que atraviesan los cultivos seleccionados como más promisorios, considerando condiciones ambientales, posibilidades técnicas de manejo y mercados disponibles para la venta. Lo importante es tener algún tipo de producto disponible para la venta en todas las épocas del año.
Para determinar la rentabilidad económica es necesario definir los costos de producción, el precio de venta y la diferencia entre éstos dos o la utilidad. Los costos de producción son de dos tipos:
- costos de instalación de la huerta, y
- los costos necesarios para que funcione en cada período productivo.
Los costos de instalación incluyen el valor de los contenedores, los plásticos, los sustratos, las mangueras, las herramientas y toda la inversión necesaria para empezar. Esta será amortizada a lo largo de varias cosechas. También se consideran aquí los equipos necesarios para la preparación, almacenamiento y aplicación de los nutrientes y los insecticidas naturales, tales como bidones, baldes, atomizadores y otros.
Los costos de funcionamiento comprenden el agua, los nutrientes, el aceite y los productos para el control de las plagas cuando hay que comprarlos (ajos, ajíes), un cuaderno para anotaciones técnicas y contables, y la mano de obra.
Para comprender mejor el tema de la rentabilidad presentaremos un ejemplo con una de las especies más aceptadas, tanto por los cultivadores como por los consumidores, como es el caso de la lechuga.
Determinaremos el costo de producción en el sistema de Raíz Flotante que es el preferido por quienes tienen el propósito de establecerse como empresa rentable, ya que la producción se logra en menos tiempo y con menor esfuerzo físico, pero con mayor dedicación y constancia: Sabemos por las clases anteriores que en el sistema flotante podemos obtener 31 lechugas adultas por metro cuadrado, de tal forma que determinamos el costo de producción por metro cuadrado de cultivo.
 
Cuadro 1. Costos fijos de instalación
Insumo imputable
  • Costo total/m2
  • US $
  • Amortización número de cosechas
  • US $
Valor por m2
Contenedor de madera 4,70 20 0,23
Plástico negro 0,36 5 0,07
“Plumavit” 1,29 5 0,25
Herramientas 1,03 10 0,10
Equipo 1,51 10 0,15
Mano de obra 2,05 10 0,20
Sub total 1,00
Imprevistos 0,50
Total costos fijos m2 1,50
(Cambio aplicado: CH$ 385 por US$ 1.00, febrero 12 de 1993)
En algunos países deberá considerarse además el costo de las coberturas para proteger los cultivos del exceso de sol, de las heladas o de las lluvias ácidas, lo que aumenta el valor de los costos por metro cuadrado en aproximadamente US$ 1,5 - 2,0
Cuadro 2. Costos variables de producción (para una cosecha)
Insumo Costo total/m2 US$ Valor imputable  por m2/cosecha US$
31 Plántulas de almácigo de 35 días 0,48 0,48
Solución nutritiva 0,63 0,63
Insecticidas naturales 0,05 0,05
Mano de obra 1,80 1,80
Sub total 2,96
Imprevistos 5%  0,15
Total costos variables  3,11
Costo Total (costos fijos más costos variables) 4,61

Ingresos
Estimando pérdidas del 9 por ciento sobre 31 lechugas, obtenemos
28 unidades, cuyo precio de venta fue estimado en US$ 0,31. Lo anterior
nos permite un ingreso bruto de US$ 8,68/m2.
Utilidad = Ingreso Total - Costo Total
Utilidad = 8,68 - 4,61 = 4,07 US$ por m2/cosecha de
lechugas
Utilidad 4,07
I.R.= ------------------- x 100 = ----- x 100 = 88,28 %
Inversión Total 4,61
I.R. (Indice de Rentabilidad) = 88,28 %

Se debe enfatizar que dentro de los costos está considerado el valor de la mano de obra aportada por la familia, con lo que se tiene el doble beneficio del empleo más la rentabilidad del cultivo. Los costos fijos calculados en el ejemplo podrían ser menores si se utilizaran maderas de segunda mano o usadas. En muchos países es posible conseguir "palets" o tarimas para estibar carga en los puertos marítimos o aéreos, que al desarmarlos dan tablas de buena calidad y de dimensiones muy uniformes. El anterior ejemplo puede ser considerado como una base para determinar la rentabilidad de otros cultivos, que puede ser diferente dependiendo de las ventajas comparativas o de factores adversos que existan para el cultivo y la comercialización de algunas especies. Hay especies más convenientes en unos países que en otros pero, en general, en la mayoría de ellas la rentabilidad económica es alta, especialmente en el cultivo de la lechuga, que en todos los países ha demostrado ser el mejor cultivo tanto del punto de vista técnico como económico. Como hemos visto en este Curso Audiovisual (video y manual) las Huertas Hidropónicas Populares permiten obtener beneficios sociales y económicos. Depende de la dedicación y constancia el que estos beneficios se transformen en una realidad que ayudará a mejorar la calidad de vida de las familias. Planifique su tiempo y empiece a instalar una Huerta Hidropónica Popular (HHP) y si sigue con esmero las recomendaciones ofrecidas antes de 90 días tendrá la primera cosecha de distintas hortalizas, y plantas medicinales o aromáticas.

NUTRICIÓN DE LAS PLANTAS

Las soluciones nutritivas concentradas contienen todos los elementos que las plantas necesitan para su correcto desarrollo y adecuada producción de raíces, bulbos, tallos, hojas, flores, frutos o semillas. Composición de las soluciones nutritivas Además de los elementos que los vegetales extraen del aire y del agua (Carbono, Hidrógeno y Oxígeno) ellos consumen con diferentes grados de intensidad los siguientes elementos:
- Indispensables para la vida de los vegetales:
Cantidades en que son requeridos por las plantas
Grandes Intermedias Muy pequeñas
(elementos menores)
Nitrógeno Azufre Hierro
Fósforo Calcio Manganeso
Potasio Magnesio Cobre
Zinc
Boro
Molibdeno
- Utiles pero no indispensables para su vida:
Cloro
Sodio
Silicio
- Innecesarios para las plantas, pero necesarios
para los animales que las consumen:
Cobalto
Yodo
- Tóxicos para el vegetal:
Aluminio
Es muy importante tener en cuenta que cualquiera de los elementos antes mencionados pueden ser tóxicos para las plantas si se agregan al  medio en proporciones inadecuadas, especialmente aquéllos que se han denominado elementos menores. Funciones de los elementos nutritivos en las plantas.
De los 16 elementos químicos considerados necesarios para el crecimiento saludable de las plantas, 13 son nutrientes minerales. Ellos en condiciones naturales de cultivo (suelo) entran a la planta a través de las raíces. El déficit de sólo uno de ellos limita o puede disminuir los rendimientos y, por lo tanto, las utilidades para el cultivador. De acuerdo con las cantidades que las plantas consumen de cada uno de ellos (no todos son consumidos en igual cantidad) los 13 nutrientes extraídos normalmente del suelo son clasificados en tres grupos:
La localización de los síntomas de deficiencia en las plantas se relaciona mucho con la velocidad de movilización de los nutrientes a partir de las hojas viejas hacia los puntos de crecimiento; en el caso de los elementos más móviles (Nitrógeno, Fósforo y Potasio) que son traslocados rápidamente, los síntomas aparecen primero en las hojas más viejas. Los elementos inmóviles, como el Calcio y el Boro, causan síntomas de deficiencia en los puntos de crecimiento. En algunos elementos, el grado de movilidad depende del grado de deficiencia, la especie y el nivel de nitrógeno. Hay muy poca movilidad del Cobre, el Zinc y el Molibdeno desde las hojas viejas hacia las hojas jóvenes, cuando las plantas están deficientes en esos elementos. Elementos mayores (Nitrógeno, Fósforo, Potasio) El Nitrógeno, Fósforo, y Potasio se denominan "elementos mayores" porque normalmente las plantas los necesitan en cantidades tan grandes que la tierra no puede suministrarla en forma completa. Se consumen en grandes cantidades.
Nitrógeno (N) Es absorbido en forma de (NO3)- y (NH4)+
i) Características
- otorga el color verde intenso a las plantas
- fomenta el rápido crecimiento
- aumenta la producción de hojas
- mejora la calidad de las hortalizas
- aumenta el contenido de proteínas en los cultivos de alimentos y forrajes.
ii) Deficiencia
- aspecto enfermizo de la planta
- color verde amarillento debido a la pérdida de clorofila
- desarrollo lento y escaso
- amarillamiento inicial y secado posterior de las hojas de la base de la planta que continúa hacia arriba, si la deficiencia es muy severa y no se corrige; las hojas más jóvenes permanecen verdes.
iii) Toxicidad
- cuando se le suministra en cantidades desbalanceadas en relación con los demás elementos, la planta produce mucho follaje de color verde oscuro, pero el desarrollo de las raíces es reducido
- la floración y la producción de frutos y semillas se retarda.
Fósforo (P) Las plantas lo toman en forma de P2O5
i) Características
- estimula la rápida formación y crecimiento de las raíces
- facilita el rápido y vigoroso comienzo a las plantas
- acelera la maduración y estimula la coloración de los frutos
- ayuda a la formación de las semillas
- da vigor a los cultivos para defenderse del rigor del invierno.
ii) Deficiencia
- aparición de hojas, ramas y tallos de color purpúreo; este síntoma se nota primero en las hojas más viejas
- desarrollo y madurez lentos y aspecto raquítico en los tallos
- mala germinación de las semillas.
- bajo rendimiento de frutos y semillas.
iii) Toxicidad
- los excesos de fósforo no son notorios a primera vista, pero pueden ocasionar deficiencia de cobre o de zinc.
Potasio (K) Las plantas lo toman en forma de K2O
i) Características
- otorga a las plantas gran vigor y resistencia contra las enfermedades y bajas temperaturas
- ayuda a la producción de proteína de las plantas
- aumenta el tamaño de las semillas
- mejora la calidad de los frutos
- ayuda al desarrollo de los tubérculos
- favorece la formación del color rojo en hojas y frutos.
ii) Deficiencia
- las hojas de la parte más baja de la planta se queman en los bordes y puntas; generalmente la vena central conserva el color verde.;
también tienden a enrollarse
- debido al pobre desarrollo de las raíces, las plantas se degeneran antes de llegar a la etapa de producción
- en las leguminosas da lugar a semillas arrugadas y desfiguradas
que no germinan o que originan plántulas débiles.
iii) Toxicidad
- no es común la absorción de exceso de potasio, pero altos niveles de él en las soluciones nutritivas pueden ocasionar deficiencia demagnesio y también de manganeso, zinc y hierro.
Elementos secundarios (Calcio, Azufre y Magnesio) Se llaman así porque las plantas los consumen en cantidades intermedias, pero son muy importantes en la constitución de los organismos vegetales.
Calcio (Ca) Es absorbido en forma de CaO
i) Características
- activa la temprana formación y el crecimiento de las raicillas
- mejora el vigor general de las plantas
- neutraliza las sustancias tóxicas que producen las plantas
- estimula la producción de semillas
- aumenta el contenido de calcio en el alimento humano y animal.
ii) Deficiencia
- las hojas jóvenes de los brotes terminales se doblan al aparecer y se queman en sus puntas y bordes
- las hojas jóvenes permanecen enrolladas y tienden a arrugarse
- en las áreas terminales pueden aparecer brotes nuevos de color blanquecino
- puede producirse la muerte de los extremos de las raíces
- en los tomates y sandías la deficiencia de calcio ocasiona el hundimiento y posterior pudrición seca de los frutos en el extremo opuesto al pedúnculo.
iii) Toxicidad
- no se conocen síntomas de toxicidad por excesos, pero éstos pueden alterar la acidez del medio de desarrollo de la raíz y esto sí afecta la disponibilidad de otros elementos para la planta.
Magnesio (Mg) Las plantas lo absorben como MgO
i) Características
- es un componente esencial de la clorofila
- es necesario para la formación de los azúcares
- ayuda a regular la asimilación de otros nutrientes
- actúa como transportador del fósforo dentro de la planta
- promueve la formación de grasas y aceites.
ii) Deficiencia
- pérdida del color verde, que comienza en las hojas de abajo y continúa hacia arriba, pero las venas conservan el color verde
- los tallos se forman débiles, y las raíces se ramifican y alargan
excesivamente
- las hojas se tuercen hacia arriba a lo largo de los bordes
iii) Toxicidad
- no existen síntomas visibles para identificar la toxicidad pormagnesio.
Azufre (S)
i) Características
- es un ingrediente esencial de las proteínas
- ayuda a mantener el color verde intenso
- activa la formación de nódulos nitrificantes en algunas especies leguminosas (frijoles, soya, arvejas, habas)
- estimula la producción de semilla
- ayuda al crecimiento más vigoroso de las plantas.
ii) Deficiencia
- cuando se presenta deficiencia, lo que no es muy frecuente, las hojas jóvenes toman color verde claro y sus venas un color más claro aún; el espacio entre las nervaduras se seca
- los tallos son cortos, endebles, de color amarillo
- el desarrollo es lento y raquítico.
Elementos menores (Cobre, Boro, Hierro, Manganeso, Zinc, Molibdeno y Cloro)
Las plantas los necesitan en cantidades muy pequeñas, pero son fundamentales para regular la asimilación de los otros elementos nutritivos.
Tienen funciones muy importantes especialmente en los sistemas enzimáticos. Si uno de los elementos menores no existiera en la solución nutritiva, las plantas podrían crecer pero no llegarían a producir o las cosechas serían de mala calidad.
Cobre (Cu)
i) Características
- el 70 por ciento se concentra en la clorofila y su función más importante se aprecia en la asimilación.
ii) Deficiencia
- severo descenso en el desarrollo de las plantas
- las hojas más jóvenes toman color verde oscuro, se enrollan y aparece un moteado que va muriendo
- escasa formación de la lámina de la hoja, disminución de su tamaño y enrollamiento hacia la parte interna, lo cual limita la fotosíntesis.
iii) Toxicidad
- clorosis férrica, enanismo, reducción en la formación de ramas y engrosamiento y oscurecimiento anormal de la zona de las raíces.
Boro (B)
i) Características
- aumenta el rendimiento o mejora la calidad de las frutas, verduras y forrajes, está relacionado con la asimilación del calcio y con la transferencia del azúcar dentro de las plantas
- es importante para la buena calidad de las semillas de las especies
leguminosas
ii) Deficiencia
- anula el crecimiento de tejidos nuevos y puede causar hinchazón y decoloración de los vértices radiculares y muerte de la zona apical (terminal) de las raíces
- ocasiona tallos cortos en el apio, podredumbre de color pardo en la cabeza y a lo largo del interior del tallo de la coliflor, podredumbre en el corazón del nabo, ennegrecimiento y desintegración del centro de la remolacha de mesa.
iii) Toxicidad
- se produce un amarillamiento del vértice de las hojas, seguido de la muerte progresiva, que va avanzando desde la parte basal de éstas hasta los márgenes y vértices
- no se deben exceder las cantidades de este elemento dentro de las soluciones nutritivas ni dentro de los sustratos, porque en dosis superiores a las recomendadas es muy tóxico.
Hierro (Fe)
i) Características
- no forma parte de la clorofila, pero está ligado con su biosíntesis.
ii) Deficiencia
- causa un color pálido amarillento del follaje, aunque haya cantidades apropiadas de nitrógeno en la solución nutritiva
- ocasiona una banda de color claro en los bordes de las hojas y la formación de raíces cortas y muy ramificadas.
- la deficiencia de hierro se parece mucho a la del magnesio, pero la del hierro aparece en hojas más jóvenes.
iii) Toxicidad
- no se han establecido síntomas visuales de toxicidad de hierro absorbido por la raíz
Manganeso (Mn)
i) Características
- acelera la germinación y la maduración
- aumenta el aprovechamiento del calcio, el magnesio y el fósforo
- cataliza en la síntesis de la clorofila y ejerce funciones en la fotosíntesis.
ii) Deficiencia
- en tomates y remolachas causa la aparición de color verde pálido, amarillo y rojo entre las venas
- el síntoma de clorosis se presenta igualmente entre las venas de las hojas viejas o jóvenes, dependiendo de la especie; estas hojas posteriormente mueren y se caen.
Zinc (Zn)
i) Características
- es necesario para la formación normal de la clorofila y para el crecimiento
- es un importante activador de las enzimas que tienen que ver con la síntesis de proteínas, por lo cual las plantas deficientes en zinc son pobres en ellas
ii) Deficiencia
- su deficiencia en tomate ocasiona un engrosamiento basal de los pecíolos de las hojas, pero disminuye su longitud; la lámina foliar toma una coloración pálida y una consistencia gruesa, apergaminada, con entorchamiento hacia afuera y con ondulaciones de los bordes
- el tamaño de los entrenudos y el de las hojas se reduce,
especialmente en su anchura.
iii) Toxicidad
- los excesos de zinc producen clorosis férrica en las plantas.
Molibdeno (Mo)
i) Características
- es esencial en la fijación del nitrógeno que hacen las legumbres.
ii) Deficiencia
- los síntomas se parecen a los del nitrógeno, porque la clorosis (amarillamiento) avanza desde las hojas más viejas hacia las más jóvenes, las que se ahuecan y se queman en los bordes.
- no se forma la lámina de las hojas, por lo que sólo aparece la nervadura central.
- afecta negativamente el desarrollo de las especies crucíferas
(repollo, coliflor, brócoli), la remolacha, tomates y legumbres.
iii) Toxicidad
- en tomate, los excesos se manifiestan con la aparición de un color amarillo brillante; en la coliflor, con la aparición de un color púrpura brillante en sus primeros estados de desarrollo.
Cloro (Cl )
i) Deficiencia
- se produce marchitamiento inicial de las hojas, que luego se vuelven cloróticas, originando un color bronceado; después se mueren.
- el desarrollo de las raíces es pobre y se produce un engrosamiento anormal cerca de sus extremos.
ii) Toxicidad
- los excesos producen el quemado de los bordes y extremos de las hojas; su tamaño se reduce y hay, en general, poco desarrollo

Preparación de una SOLUCION CONCENTRADA
para HHP (fórmula HHP 1)

Existen varias fórmulas para preparar nutrientes que han sido usadas en distintos países. Una forma de preparar una SOLUCION CONCENTRADA probada con éxito en varios países de América Latina y el Caribe en más de 30 especies de hortalizas, plantas ornamentales y plantas medicinales, comprende la preparación de dos soluciones madres concentradas, las que llamaremos Solución concentrada A y Solución concentrada B.

La Solución concentrada A aporta a las plantas los elementos nutritivos que ellas consumen en mayores proporciones. La Solución concentrada B aporta, en cambio, los elementos que son requeridos en menores proporciones, pero esenciales para que la planta pueda desarrollar normalmente los procesos fisiológicos que harán que llegue a crecer bien y a producir abundantes cosechas.

Solución concentrada A
a) Equipo requerido en un sistema artesanal sencillo
- Un bidón plástico con capacidad para 20 litros
- Tres baldes plásticos con capacidad para 10 litros cada uno
- Dos botellas grandes (tinajas, damajuana) de 10 litros como mínimo
- Un vaso de precipitado de 2 litros, o probetas o jarras plásticas aforadas
- Acceso a una balanza con rango de 0,01 hasta 2000 gramos
- Un agitador de vidrio o de PVC (pedazo de tubo de tres cuartos de pulgada)
- Dos cucharas plásticas de mango largo (una grande y una pequeña)
- Papel para el pesaje de cada elemento
- Recipientes plásticos pequeños (vasitos desechables) para ir depositando el material que se va pesando.
b) Elementos necesarios
- En una buena balanza pesamos los siguientes productos:
Fosfato mono amónico (12-60-0) 340 gramos
Nitrato de Calcio 2080 gramos
Nitrato de Potasio 1100 gramos
c) Procedimiento
En un recipiente plástico medimos 6 litros de agua y allí vertemos uno por uno los anteriores elementos, ya pesados, siguiendo el orden anotado, e iniciamos una agitación permanente. Sólo echamos el segundo nutriente cuando ya se haya disuelto totalmente el primero y el tercero cuando se hayan disuelto los dos anteriores. Cuando quedan muy pocos restos de los fertilizantes aplicados completamos con agua hasta alcanzar 10 litros y agitamos durante 10 minutos más, hasta que no aparezcan residuos sólidos. Así hemos obtenido la Solución Concentrada A, que deberá ser envasada en una de las damajuanas, etiquetada y conservada en un lugar oscuro y fresco.

Solución concentrada B
a) Elementos necesarios para preparar 4 litros
Sulfato de Magnesio 492 gramos
Sulfato de Cobre 0,48 gramos
Sulfato de Manganeso 2,48 gramos
Sulfato de Zinc 1,20 gramos
Acido Bórico 6,20 gramos
Molibdato de Amonio 0,02 gramos
Quelato de Hierro 50 gramos
b) Procedimiento
En un recipiente plástico medimos 2 litros de agua y allí vertemos uno por uno los anteriores elementos, ya pesados, siguiendo el orden en que se pesó cada uno de los elementos del primer grupo; es preferible no echar ninguno antes de que el anterior se haya disuelto completamente. Por último agregamos el Quelato de Hierro, que viene en una presentación comercial granulada conocida como Sequestrene Hierro 138 (R), aunque también hay otras presentaciones comerciales líquidas; debe preferirse las que vienen en forma de quelato de hierro. Disolvemos por lo menos 10 minutos más, hasta que no queden residuos sólidos de ninguno de los componentes; después completamos el volumen con agua hasta obtener 4 litros y agitamos durante 5 minutos más. Esta es la Solución Concentrada B, que contiene nueve elementos nutritivos (intermedios y menores).

OBSERVACIONES
- Es indispensable no excederse en las cantidades recomendadas, pues podría ocasionarse intoxicaciones a los cultivos.
- El agua que se utiliza para esta preparación es agua común y corriente, a la temperatura normal (20-25 grados centígrados), aunque sería preferible utilizar agua destilada si su costo no fuera muy alto.
- Para preparar, guardar y agitar los nutrientes en preparación, concentrados o ya listos como solución nutritiva, se deben utilizar siempre materiales plásticos o de vidrio; no se deben usar agitadores metálicos ni de madera, pero puede emplearse un pedazo de tubo de PVC de 50 cm de largo.
Preparación de la SOLUCION NUTRITIVA que se aplica al cultivo.
Hay dos recomendaciones que deben quedar muy claras desde el
comienzo:
1. Nunca deben mezclarse la SOLUCION CONCENTRADA A con la SOLUCION CONCENTRADA B sin la presencia de agua, pues esto inactivaría gran parte de los elementos nutritivos que cada una de ellas contiene, por lo que el efecto de esa mezcla sería más perjudicial que benéfico para los cultivos. Su mezcla sólo debe hacerse en agua, echando una primero y la otra después.
2. La proporción original que se debe usar en la preparación de la solución nutritiva es cinco (5) partes de la SOLUCION CONCENTRADA A por dos (2) partes de la SOLUCION CONCENTRADA B por cada litro de solución nutritiva que se quiera preparar (ver tabla más adelante). Después, en la medida en que se va adquiriendo mayor experiencia se pueden disminuir las concentraciones, pero conservando siempre la misma proporción 5:2, como veremos a continuación:
La SOLUCION NUTRITIVA en sustratos sólidos La preparación de la solucion NUTRITIVA que se aplica directamente al cultivo en sustrato sólido se realiza en la siguiente forma:
CONCENTRACION CANTIDADES DE
AGUA NUTRIENTE A CONCENTRADO B
TOTAL 1 Litro 5,0 c.c. 2,0 c.c.
MEDIA 1 Litro 2,5 c.c. 1,0 c.c.
UN CUARTO 1 Litro 1,25 c.c. 0,5 c.c.

Obsérvese que a pesar de variar la dosis de las soluciones concentradas A y B, la proporción siempre es de 5:2.

a) Aplicación
Si se necesita aplicar solución nutritiva para plantas pequeñas (entre el primero y el décimo día de nacidas) o recién trasplantadas (entre el primero y el séptimo día después del trasplante) y en climas cálidos, se emplea la CONCENTRACION MEDIA (2,5 c.c. de nutriente concentrado A y 1 c.c. de nutriente concentrado B. por cada litro de agua). La concentración media se utilizada en períodos de muy alta temperatura y mucho sol, porque en estas épocas el consumo de agua es mayor que el de nutrientes.
Para plantas de mayor edad (después del décimo día de nacidas o del séptimo de trasplantadas), debe usarse la CONCENTRACION TOTAL (5 c.c. por 2 c.c. por litro de agua aplicado). Esta es la concentración que debe aplicarse también en épocas fría y de alta nubosidad, porque en estas condiciones la planta consume mayor cantidad de nutrientes.

Para cultivos de forraje hidropónico se utiliza la concentración 1,25 c.c. de SOLUCION A y 0,5 c.c. de SOLUCION B por litro de agua, empezando a regar un día después de que haya ocurrido la germinación del 50 por ciento de las semillas sembradas en el contenedor.

b) Volumen de solución nutritiva por metro cuadrado
Según sea el caso, de cada una de estas concentraciones preparadas se aplican entre 2,0 y 3,5 litros de solución nutritiva por cada metro cuadrado de cultivo.
El volumen menor de SOLUCION NUTRITIVA se utiliza cuando las plantas están pequeñas y en climas frescos o fríos, y las mayores cuando las plantas están preparando la floración o la formación de sus partes aprovechables (raíces, bulbos, tubérculos) o en climas calientes.
Si se observa que el sustrato se seca mucho durante el día, bien sea porque la temperatura es muy alta o porque hay vientos en la zona de cultivo o porque el sustrato no tiene buena capacidad de retención de la
humedad, es necesario aplicar una cantidad adicional de agua, pero sin mezclar nutrientes. Es indispensable este humedecimiento adicional, porque si el sustrato se seca la planta deja de absorber aunque haya nutrientes dentro de él.
Algunas variaciones relacionadas con la concentración de la solución, la cantidad que se debe aplicar y otros detalles que tienen que ver con una buena nutrición se van aprendiendo en la medida en que se adquiere experiencia y destreza en el manejo de los cultivos y siempre en consulta con los técnicos u otras personas capacitadas en HHP.

Ejemplo:
Preparación de 10 litros de solución nutritiva para aplicar en un cultivo en sustrato sólido (debería alcanzar para regar entre 3,5 y 5,0 m2 de cultivo, dependiendo de su edad y de la temperatura de la época en que se aplica).
Se toma un recipiente plástico con 10 litros de agua, le añadimos 50 centímetros cúbicos de solución concentrada A, revolvemos y luego medimos 20 centímetros cúbicos de solución concentrada B. Revolvemos y así obtenemos una solución nutritiva para aplicar al cultivo. Se vierte esta solución en una regadera o botella plástica que tenga pequeñas perforaciones en la tapa y se aplica lentamente al cultivo, cuidando que el riego sea uniforme en todo el contenedor, incluidos los bordes, pero sin regar por fuera.
La cantidad de solución nutritiva que se recomienda aplicar cada día oscila entre 2 y 3 1/2 litros por metro cuadrado. Esta cantidad depende principalmente del estado de desarrollo del cultivo y del clima.
c) Hora, frecuencia de aplicación y lavado de excesos
La aplicación (riego) de la solución nutritiva debe realizarse diariamente entre las 7 y las 8 de la mañana, a excepción de un día a la semana, en que se debe regar con agua sola y en el doble de la cantidad usual de agua, pero sin agregar nutriente. Con esto se lavan a través del drenaje los excesos de sales que se pudieran haber acumulado dentro del sustrato y se evitan los daños que causarían si permanecieran allí.
Los excesos de solución nutritiva que salen por el drenaje del contenedor cuando se riega cada día en la mañana, pueden ser reutilizados en los próximos riegos. Al final de la semana, este líquido no se usa más.
Aunque desde el punto de vista de la eficiencia no es lo mejor, en regiones muy asoleadas y de intenso calor durante el día se podría aplicar al anochecer para evitar quemaduras a las hojas, lo que también se puede evitar si después de aplicar la solución nutritiva se riega con una pequeña cantidad de agua para lavar los excesos que hayan podido quedar sobre la planta.
Recomendaciones para el uso de soluciones comerciales
Las formulaciones comerciales, generalmente importadas, de la mayoría de los nutrientes para hidroponía vienen preparadas según las exigencias de los cultivos, por lo que sólo se necesita mezclarlas y aplicarlas con agua sobre el sustrato.
Estos nutrientes, bien sea que vengan en forma de polvo o de líquido, se deben aplicar en el área de las raíces, tratando de mojar lo menos posible sus hojas, para evitar toxicidad a las hojas y la aparición de enfermedades.
No se deben confundir los nutrientes para uso hidropónico con los nutrientes foliares. Los primeros contienen todos los elementos que una planta necesita para su normal desarrollo y son absorbidos por la raíz, los segundos son sólo un complemento de una fertilización radicular que se supone ya se hizo con otros fertilizantes completos de absorción radicular.
Los fertilizantes foliares se absorben a través de las hojas. Los nutrientes foliares son un complemento y no un sustituto de la nutrición que debe hacerse a través de la raíz.
La anterior es la razón por la cual muchos hidroponistas principiantes han fracasado en sus primeros intentos, pues pretenden satisfacer las exigencias alimenticias de sus plantas con un nutriente que apenas es un complemento que puede ser eficientemente absorbido por las hojas, pero que por su parcial composición no puede reemplazar a la
nutrición que se hace por la vía radicular. Los fertilizantes foliares son fabricados con sales de alta pureza, justamente para que puedan ser absorbidos por las hojas. Esta equivocación, además de producir muy pobres resultados, aumenta considerablemente los costos de producción por metro cuadrado, ya que el proceso de preparación y la composición de este tipo de nutrientes complementarios es muy costoso.
El nutriente hidropónico debe contener y aportar en forma balanceada todos los elementos que una planta necesita para crecer sana, vigorosa y dar buenas cosechas.
En el mercado agrícola de cada país, por lo general hay otros productos completos para nutrir cultivos hidropónicos. Al conseguir uno de ellos se debe preguntar al vendedor cuál es la dosis, forma, época y frecuencia de aplicación.
Se recomienda que el nutriente comercial que se seleccione, además de tener nutrimientos mayores y secundarios, también tenga menores, pues hay que recordar que son trece los elementos necesarios para
que una planta crezca sana y produzca bien, ya que los sustratos no tienen elementos nutritivos. Lo que no se aporta con la solución nutritiva no llegará a la planta, ocasionándose por lo tanto deficiencias nutricionales que afectarán el rendimiento en cantidad y calidad.
En algunos países existen presentaciones comerciales en forma granulada para ser aplicadas mezcladas con el sustrato sólido. Este tipo de productos, de mayor costo, se aplica una vez al sustrato; después, durante tres meses sólo es necesario agregar agua, porque el producto va liberando lentamente los elementos nutritivos que contiene. Algunos de estos nutrientes de liberación lenta no se recomiendan para alimentar plantas comestibles y su uso se restringe a plantas ornamentales, por lo que es necesario atender las recomendaciones técnicas de los fabricantes, que por lo general aparecen en la etiqueta externa del envase.
Aplicación de la SOLUCION NUTRITIVA en medio líquido o Raíz flotante
En el caso del sistema de raíz flotante, lo primero que debemos hacer es calcular la cantidad de agua que contiene nuestro contenedor de cultivo. Una forma de hacerlo es midiendo y luego multiplicando el largo por ancho y por altura que alcanza el agua. Si la medición se hizo en centímetros, el resultado que obtenemos lo dividimos por mil. Ese resultado es el volumen de agua que contiene la cama de cultivo (expresado en litros).
Ejemplo:
Un contenedor que tiene:
- Largo 150 cm. Ancho 100 cm. Altura 10 cm 150 x 100 x 10 = 150.000 cm3 dividido por mil = 150 litros.
Ahora, por cada litro de agua que hay en el contenedor aplicamos cinco (5) centímetros cúbicos (c.c.) de la solución concentrada A y dos (2) centímetros cúbicos de la solución concentrada B. Esto quiere decir que para nuestro ejemplo del contenedor que contiene 150 litros de agua aplicamos 750 c.c. de la Solución concentrada A y 300 c.c. de la Solución concentrada B, y agitamos bien para que las dos soluciones se mezclen en forma homogénea con el agua.
Nuevamente debemos recordar que las soluciones concentradas A y B nunca deben mezclarse solas sin la presencia de agua. Esta solución nutritiva correspondería aplicarla en un cultivo de plantas grandes, en época fría.
Mantenimiento de la solución nutritiva en medio líquido -
Aireación
Al menos dos veces al día debemos agitar manualmente este ambiente líquido de tal forma que se formen burbujas, lo cual hace posible la aireación de la solución nutritiva. Con esto, las raíces hacen mejor su trabajo de absorber el agua y los elementos nutritivos, lo que incide muy positivamente en su desarrollo. Si no hay aire (oxígeno) en el área de las raíces, ellas primero dejarán de absorber nutrientes y agua y luego empezarán a morir.
Mantenimiento del nivel de líquido de los contenedores
Cada vez que el nivel del agua baja en forma apreciable debemos rellenar sólo con agua. Cada tercera vez que rellenemos aplicaremos a la cantidad de agua añadida la mitad de la concentración que aplicamos inicialmente. Por ejemplo, si la tercera vez que debemos rellenar con agua nuestra cama de cultivo necesitamos 10 litros de agua para completar el volumen inicial, entonces debemos aplicar 25 c.c. de la Solución concentrada A y 10 c.c. de la Solución concentrada B.
Recordemos: las soluciones concentradas se deben aplicar en forma separada y luego agitar muy bien ese medio líquido, formando burbujas.
En el caso del cultivo en medio líquido aplicamos las soluciones concentradas por separado, de acuerdo con la cantidad de agua que contiene el contenedor. Sólo hacemos nueva aplicación de nutriente cada tercera vez que rellenemos al nivel inicial. La cantidad de nutriente de las soluciones A y B que se debe adicionar es la mitad de la concentración inicial por cada litro de agua que se necesitó para rellenar en esa tercera oportunidad.
Como hemos visto en esta clase, el nutriente en HHP es fundamental para el buen desarrollo de nuestras plantas. Para esto debemos tener especial cuidado en la preparación de las soluciones concentradas A y
B. Es necesario diluirlas en agua en las proporciones y forma ya indicadas.
Si no se siguen fielmente las recomendaciones dadas durante esta clase, las plantas crecerán mal, bien sea por deficiencias o por excesos y las cosechas no serán tan buenas como lo deseamos.
En nuestra próxima clase hablaremos de las plagas a que están expuestos nuestros cultivos y los métodos que podemos utilizar para hacer que sus daños no sean económicamente importantes.

MÉTODOS PARA HACER HIDROPONIA POPULAR

Sistema de sustrato sólido
El sistema de sustrato sólido es eficiente para cultivar más de treinta especies de hortalizas y otras plantas de porte bajo y rápido crecimiento. Ha sido el más aceptado por la mayoría de las personas que en la actualidad trabajan en HHP, pues es menos exigente en cuidados que el segundo denominado de raíz flotante, que permite sembrar menos variedad de hortalizas.
Para sembrar directamente o trasplantar en sustratos sólidos se comienza ubicando el contenedor en el lugar apropiado, dándole la pendiente necesaria (clase 1); luego se llena con el sustrato previamente mezclado y humedecido hasta dos (2) centímetros antes del borde superior de la altura de la cama. El llenado de la cama debe iniciarse justamente en el lado donde se colocó el drenaje, con el fin de anclarlo para que no se mueva, lo cual podría ocasionar la salida del tubo de drenaje del plástico.
Se retiran los elementos extraños y partículas de tamaño superior al recomendado. Se riega suavemente para asegurar un buen contenido de humedad y se marcan los sitios donde se trasplantarán las plantas obtenidas del almácigo después del endurecimiento. Las mismas deberán ser regadas abundantemente en el almácigo una hora antes de arrancarlas e iniciar la labor de siembra en el sitio definitivo. Es importante recordar que los sustratos no se deben colocar secos en ningún tipo de contenedor y menos en las mangas verticales; siempre deben mezclarse y humedecerse previamente. Lo anterior es debido a que resulta más difícil conseguir una adecuada distribución de la humedad; los continuos movimientos que se necesitarían para lograr la adecuada distribución del agua implicarían un alto riesgo de romper el plástico o de remover el tubo del drenaje.
En los sitios donde se han marcado las posiciones de las plantas se abren hoyos amplios y profundos (tanto como lo permita la profundidad del sustrato) teniendo la precaución de no romper el plástico. En cada hoyo se coloca la raíz de una planta, teniendo en cuenta que la misma no debe quedar torcida y que el cuello, que es la zona de unión entre la raíz y el tallo, debe quedar un centímetro por debajo de la superficie del sustrato. A medida que se va echando sustrato alrededor de la raíz, se va apisonando suavemente para que no queden bolsas de aire en contacto con la raíz. El Anexo V informa sobre las distancias de trasplante. Se riega nuevamente y, si es posible, se coloca alguna protección contra el sol durante losprimeros tres días para que la planta no sufra deshidratación. Los trasplantes deben hacerse siempre en las últimas horas de la tarde en los períodos calurosos; en los períodos frescos pueden hacerse a cualquier hora.
Si la siembra se hace en forma directa, las semillas se ubican a las distancias y profundidades recomendadas según las especies. Estas aparecen en el Anexo V. Después de la siembra se riega el sustrato y se cubre de la misma forma que se indicó para los germinadores, debiendo estar atentos para quitar la cobertura el primer día en que se observa la aparición de las plantitas.
En cualquiera de los dos casos (siembra por trasplante o siembra directa) diariamente se debe aplicar riego con solución nutritiva, tan pronto como aparezcan las raíces dentro del sustrato. Detalles de esta solución nutritiva, su composición, hora y frecuencias de aplicación, los veremos en la próxima clase.
A medida que se aplican los riegos y que transcurre el tiempo se van formando costras sobre la superficie del sustrato, que impiden que el aire penetre normalmente en sus espacios porosos, limitándose así la toma de agua y alimentos. Para evitar estas costras se escarda muy superficialmente dos o tres veces por semana entre los surcos de las plantas, teniendo el cuidado de no hacer daño a las raíces.
Parte del sustrato que se va soltando durante la escardada se puede arrimar a la base de las plantas para mejorar su anclaje y desarrollo radicular. Esta labor es el aporque y, a manera de ilustración, resulta fundamental comenzarla en el cultivo de rabanitos rojos a partir de los primeros ocho días después de la germinación, para que el tallito rojo no permanezca al descubierto, dado que allí es donde se producirá el engrosamiento que conducirá en 28 o 30 días a la raíz bien formada de un fresco rabanito.El sistema de sustrato también se emplea en las mangas verticales, mangas horizontales, canales plásticos sobre el piso, siembras en neumáticos o llantas viajas, y en otro tipo de contenedores.
Sistema de raíz flotante
El sistema de cultivo de raíz flotante ha sidoencontrado eficiente para el cultivo de albahaca, apio y varios tipos de lechuga, con excelentes resultados, ahorro de tiempo y altas producciones. A pesar de su mayor complejidad, es muy apto para las huertas hidropónicas populares. El método utiliza un medio líquido que contiene agua y sales nutritivas. Este sistema ha sido denominado por quienes lo practican "cultivo de raíz flotante", ya que las raíces flotan dentro de la solución nutritiva, pero las plantas están sostenidas sobre una lámina de "Plumavit" 1, que se sostiene sobre la superficie del líquido. Este sistema ha sido muy eficiente en el cultivo de albahaca, apio y lechugas. Otras especies no han tenido un comportamiento uniforme en él, ya que es muy exigente en un cuidadoso manejo, especialmente de la aireación, que en el caso de HHP se hace manualmente. Dado que la mayoría de las familias a las que se ha destinado esta propuesta no disponen de medios económicos ni de conocimientos técnicos suficientes para hacer instalaciones que permitan el reciclaje y aireación automática de la solución nutritiva, se propone, como se explicará más adelante, la aireación manual varias veces al día.
1 El material que aquí hemos llamado "Plumavit" o “Aislapol”, en otros países se conoce con el nombre de "Icopor", "Anime", "Estereofón", “Termopor”, etc. Técnicamente es un poliestireno expandido.
Como ejemplo estudiaremos el sistema de raíz flotante aplicado a una siembra de lechuga; en este sistema, el contenedor es igual al que se utiliza para los sustratos sólidos; la única diferencia consiste en que no es necesario conectar el drenaje del contenedor: Se debe cortar una lámina de "Plumavit" de 2 ½ centímetros (una pulgada) de espesor, con un largo y ancho dos centímetros menor que el largo y ancho del contenedor. Marcamos las distancias a las que vamos a colocar las plantas, señalando con puntos gruesos el lugar donde irá cada planta. En el caso de las lechugas se utilizan láminas con dos distancias diferentes (densidad de plantación):
- 9 por 9 centímetros entre cada una, con disposición en forma de triángulo (caben más plantas por metro cuadrado que si las marcáramos en forma de cuadro). Estas distancias se utilizan para la etapa que se denomina post-almácigo, que tiene una duración aproximada de 15 a 20 días.
- 17 por 17 centímetros entre plantas. Estas son las distancias que se utilizan para el cultivo definitivo, que dura entre 25 y 35 días dependiendo de la temperatura, la luminosidad y la variedad de lechuga cultivada.
Para no tener que estar calculando y midiendo cada vez que deseamos hacer una nueva lámina para cultivo, se puede hacer una plantilla guía en papel o cartón, que se guarda para utilizarla cuando sea necesario perforar una nueva lámina.
Para perforar los hoyos en la lámina se aplica en cada punto señalado un pedazo de tubo redondo o cuadrado de una pulgada (dos y medio centímetros) de diámetro y 20 cm de largo, previamente calentado en uno de sus extremos (ver video), el cual sacará un bocado del material dejando un orificio casi perfecto. Esto nos permitirá tener 126 hoyos por metro cuadrado en la distancia de 9 x 9 y 31 hoyos en la de 17 x 17. La lámina perforada se coloca dentro del contenedor y debe quedar con la posibilidad de un pequeño movimiento (no excesivo para que no penetre luz al líquido, que ocasionaría el crecimiento de algas y una mayor evaporación de agua dentro del contenedor). Cortamos una pieza de esponja plástica, que debe tener 2 ½ centímetros de espesor, en cubitos de 3 x 3 centímetros de largo y de ancho, previamente marcados formando una cuadrícula (ver video). Los cubitos se cortan con un cuchillo bien afilado, sin hacer mucha presión sobre la esponja para que no se deformen los cubitos. En cada uno se hace un corte vertical atravesando de arriba a abajo la esponja. En ese corte es donde se trasplantará la planta que viene del almácigo. Se humedecen los cubitos  previamente con solución nutritiva. Al momento del trasplante (ver Diagrama 5), procedemos a sacar las plantitas desde los almácigos y a lavarles la raíz para que no les quede nada de sustrato (sin tocarla ni maltratarla) e inmediatamente la colocamos en el corte que se hizo sobre el cubito de esponja, dejando el cuello de la planta exactamente un centímetro por debajo de la superficie del cubito. Después introducimos con mucho cuidado los cubitos con las plantas en cada uno de los hoyos abiertos en la plancha de "Plumavit", extremando los cuidados para que la raíz quede vertical y sumergida en el líquido.
Cuando se han llenado todos los hoyos de la lámina, ésta se levanta para verificar que ninguna raíz haya quedado aprisionada entre la lámina y la esponja. Todas deben quedar derechas y sumergidas en el líquido. A continuación se coloca la solución nutritiva en la concentración que corresponde, como veremos en la próxima clase. En esta etapa, que se denomina de post- lmácigo, las plantas permanecen entre dos y tres semanas según el clima y la variedad. A las dos o tres semanas han alcanzado entre doce y quince centímetros de altura; entonces se procede a trasplantarlas a otra lámina de "Plumavit" en la que se han hecho perforaciones a una distancia de 17 centímetros. Las plantas de la primera lámina se pasan con la misma esponjita a los otros contenedores. Cuando se ha terminado el segundo trasplante, también se coloca solución nutritiva en la concentración y forma que se indicará en la próxima clase. En las planchas o "bolsas" con perforaciones a mayor distancia, las plantas crecerán hasta que alcancen el tamaño final adecuado para el consumo. Esto ocurrirá entre cinco o seis semanas después del último trasplante y por eso a estas láminas se las denomina láminas de cultivo definitivo.
Tanto en el sistema de sustrato sólido como en el de raíz flotante, es preciso conocer los tiempos necesarios entre siembra y germinación, germinación y trasplante, y trasplante y cosecha (Anexo VII). Esta información es útil en la planificación del manejo de las HHP.
Aireación
En el sistema de cultivo a raíz flotante es indispensable batir con las manos al menos dos veces por día la solución nutritiva, con el fin de redistribuir los elementos nutritivos por todo el líquido y oxigenar la solución. Sin ello, las raíces empiezan a oscurecerse y a limitar la absorción de alimentos y agua. Cuando no se agita la solución nutritiva con la debida frecuencia, también se empiezan a formar algas que le dan mal aspecto al cultivo y alteran su desarrollo, porque ellas compiten por los nutrientes destinados a las plantas.
Al realizar la aireación se deben levantar lentamente las láminas evitando romperlas, pues éstas deben durar 10 post-trasplantes o cinco cultivos definitivos. Si no se obtiene esta duración, los costos de producción aumentarán considerablemente, puesto que este es el tiempo de amortización de los materiales. La aireación se puede hacer levantando y bajando sucesivamente la lámina con las plantas durante 15 segundos; se puede hacer, asimismo, levantando y sosteniendo la lámina y metiendo la mano para agitar y formar burbujas. Cuando los contenedores tienen dimensiones superiores a un metro, se recomienda partir las láminas en dimensiones apropiadas, dado que las láminas soportan mucho peso (especialmente al final del cultivo cuando cada planta puede pesar más de 280 gramos) y existe mayor riesgo de que se rompan.
Otras labores de manejo
En los dos métodos, tanto en el de sustrato sólido como en el de raíz flotante, es importante tener cuidado constante con la presencia de plagas, que pueden afectar la cantidad y la calidad de las cosechas (ver clase 7). También debemos evitar que los cultivos reciban exceso de sol o bajas temperaturas, especialmente heladas. Contra los excesos de sol podemos sombrear los cultivos con una malla oscura para reducir la radiación solar. En algunos países se la llama "polisombra" y en otros "malla Raschel". Comercialmente existen distintas mallas para filtrar diferentes porcentajes de luz, de manera que podemos escoger la que más se ajuste a nuestras condiciones de clima.
Para los excesos de frío se recomienda cubrir los cultivos más susceptibles a este fenómeno con plásticos trasparentes, preferentemente de uso agrícola, durante los días u horas en que haya más riesgo de que ocurran bajas temperaturas. Conocer las distancias de siembra directa (Anexo VIII) o de trasplante (Anexo IX) recomendadas para las distintas especies, permitirá una buena planificación del espacio de las HHP. La planificación de la época de siembra es esencial. A modo de ejemplo, para las condiciones de Chile se da información sobre las épocas más adecuadas para las especies de siembra directa y de trasplante en los Anexos X y XI, respectivamente.
Las HHP pueden permitir producir, además de hortalizas, plantas aromáticas y medicinales.

PREPARACIÓN, SIEMBRA Y MANEJO DE LOS ALMÁCIGOS

El almácigo no es otra cosa que un pequeño espacio al que le damos condiciones adecuadas (óptimas) para garantizar el nacimiento de las semillas y el crecimiento inicial de las plántulas. Debe procurarse un cuidado inicial especial para que no existan problemas en el desarrollo de las plantitas.
Para hacer los almácigos utilizaremos sustratos preparados con mayor detalle que lo indicado en la clase anterior. No se pueden dejar partículas muy grandes ni pesadas, porque éstas no permitirían la emergencia de las plantitas recién nacidas. Las condiciones de humedad deben ser más controladas, ya que ni las semillas ni las plantas recién nacidas se desarrollarían si no tienen la cantidad de humedad suficiente. El sustrato utilizado para hacer los almácigos en HHP debe ser muy suave, limpio y homogéneo. Se lo debe nivelar muy bien para que al trazar los surcos y depositar las semillas no queden unas más profundas que otras; esto afectaría la uniformidad del nacimiento y del desarrollo inicial.
No se deben hacer almácigos en tierra para luego trasplantarlos a sustratos hidropónicos. Las plantas que se van a trasplantar en hidroponía se deben hacer en los sustratos sólidos descritos para HHP en la Clase 3. Una vez llena la caja o semillero con el sustrato se procede a hacer un riego suave y a trazar los surcos. La profundidad y la distancia a la cual se tracen depende del tamaño de la semilla y del tamaño de los primeros estados de la planta (Ver Anexo VI).
Siembra del almácigo
A continuación se dejan caer las semillas una por una dentro del surco, a las distancias recomendadas en el Anexo VI para cada especie. Siembre los almácigos sin prisa, dado que todos los cuidados que se tengan serán compensados con un número elevado de plantitas sanas y vigorosas.
Luego de sembradas las semillas, con la palma de la mano se apisona suavemente el sustrato para expulsar el exceso de aire que pueda haber quedado alrededor de la semilla y aumentar el contacto de la misma con el sustrato. Después de este apisonamiento suave se riega nuevamente y se cubre el almácigo con papel de periódico en épocas normales y con papel más un plástico negro en épocas de temperaturas muy bajas, para acelerar un poco la germinación (ver toda la operación en el Diagrama 5).
Cuidados del almácigo
Durante los primeros días después de la siembra, el almácigo se riega una o dos veces por día para mantener húmedo el sustrato. El mismo día en que ocurre la emergencia de las plantitas se descubre el germinador y se deja expuesto a la luz, debiéndose protegerlo de los excesos de sol o de frío con una sencilla cobertura en las horas de mayor riesgo de deshidratación o de heladas. Si el destapado del germinador no se hace a tiempo (el día que se observan las primeras hojitas) las plantitas se estirarán buscando la luz y ya no servirán para ser trasplantadas. Estas plantas con tallos con apariencia de hilos blancos nunca serán vigorosas ni darán lugar a buenas plantas adultas.
A partir del nacimiento deben regarse diariamente, utilizando solución nutritiva en la forma en que se explicará en la clase 6. Dos veces por semana se escarda (romper la costra superficial que se forma en el sustrato por efecto de los riegos continuos) y se aporca (acercar tierra a la base de la planta) para mejorar el anclaje de las plantas y el desarrollo de sus raíces. También se previenen y controlan las plagas que pudieran presentarse hasta que las plantas lleguen al estado ideal de ser trasplantadas en los contenedores definitivos. Esto ocurre aproximadamente entre los 20 y 40 días después de la germinación, dependiendo de las especies y de las condiciones del clima.
Endurecimiento de las plántulas
Unos cinco días antes del trasplante se disminuye la cantidad de agua aplicada durante los riegos y se les da mayor exposición a la luz para que consoliden mejor sus tejidos y se preparen para las condiciones más difíciles que afrontarán cuando hayan sido trasplantadas. Este proceso se llama endurecimiento de las plántulas. Al hacerlo hay que tener la precaución de que el proceso no cause trastornos a las plantas. No se suspende el suministro de nutrientes ni las escardas, sólo se disminuye la cantidad de agua y se exponen más al sol. El desarrollo final de un cultivo depende, en gran parte, del buen manejo que se le dé a los almácigos y del oportuno y cuidadoso trasplante al sitio definitivo.
Siembra directa
Como fue explicado anteriormente (Anexo V) no todas las especies necesitan almácigos para desarrollar sus primeras semanas de vida. Existen algunas especies que se siembran directamente en el sitio definitivo. Estas especies no resisten el trasplante o desde el comienzo se desarrollan con mucho vigor y no requieren cuidados especiales que garanticen sus primeros días de vida. Lo contrario, en cambio, ocurre con aquellas especies que tienen semillas muy pequeñas y, por lo tanto, dan lugar a plantitas débiles en los primeros días de vida. Otras especies se adaptan indistintamente a los dos sistemas: el trasplante o la siembra directa. Entre las especies que necesitan siembra en almácigo y trasplante están: albahaca, apio, brócoli, cebollas, coliflor, lechugas, pimentón, repollo y tomate. Algunas de las especies que se adaptan a la siembra directa son: arvejas, cilantro, frijoles (porotos), frutilla (fresa), melón, sandía, rabanito y zanahoria. Las especies que se adaptan a los dos sistemas son menos: nabos, colinabos y remolacha (betarraga).
Semillas
Las semillas que se utilizan en HHP son las mismas que se usan en la horticultura tradicional. Debe tratarse de sembrar semillas producidas y distribuidas por casas comerciales semilleristas de reconocida trayectoria, pues no deben sacrificarse las ventajas del sistema hidropónico utilizando cualquier tipo de semilla. A excepción de algunas semillas híbridas, como las de tomate, la mayoría de las semillas tiene un costo reducido (por unidad llega apenas a ser unos centavos). Pretender hacer ahorros en los costos de las semillas trae generalmente más perjuicios que beneficios. Es importante comprender que la preparación, siembra y manejo de los almácigos es una etapa fundamental en el desarrollo posterior de la planta. Se debe tener mucho cuidado con el sustrato, la siembra, el riego, la regulación de los excesos de luz y temperatura y con la prevención y control de las plantas para obtener plantas sanas y vigorosas que nos garanticen buenos rendimientos en el tiempo adecuado.

RECIPIENTES Y CONTENEDORES PARA HIDROPONÍA

Los tipos de recipientes y contenedores que se pueden usar o construir deben estar de acuerdo con el espacio disponible, las posibilidades técnicas y económicas y las necesidades y aspiraciones de progreso y desarrollo del grupo familiar.
Para iniciar la HHP e ir adquiriendo los primeros conocimientos prácticos podemos utilizar, por ejemplo, cajones de empacar frutas; neumáticos o llantas viejos; bañeras infantiles; fuentes plásticas en desuso; o bidones plásticos rotos, recortados por la mitad. Recipientes tan pequeños como los envases plásticos para helados, los vasos plásticos desechables y los potes de aceite o margarina, son suficientes para cultivar acelgas, cebollas, cilantro, lechugas, perejil y otras hortalizas.
Las bolsas o mangas plásticas de color negro, como las que se usan para plantas de vivero, son recipientes económicos, fáciles de usar y muy productivos en pequeños espacios. Las bolsas son aptas para especies como tomate, pepino, pimiento, pimentón y cebolla.
A medida que se progresa en el aprendizaje y se comprueba la eficiencia del sistema se pueden instalar en las paredes canales o canoas hechas con plástico negro, sostenido con hilos o pitas colgadas de las paredes o colocadas en la base de ellas. Si se dispone de espacio suficiente es importante no quedarse solamente con estos contenedores pequeños; el progreso en conocimientos debe unirse a la ampliación del tamaño de los cultivos y a la diversificación de las especies. Una superficie de 30 metros cuadrados de HHP permite obtener un ingreso constante a lo largo del año.
En la expansión de la huerta pueden incluirse contenedores de madera de por lo menos 1,5 metros cuadrados de área, mangas verticales y otro tipo de estructuras más productivas y que demandan el mismo tiempo y esfuerzo que una gran cantidad de los pequeños recipientes que nos han servido para adquirir las primeras experiencias. En la Clase 2 del video sobre HHP, complementario a este Manual, se puede observar la construcción de un contenedor.
Si además de producir alimento sano para nuestra familia deseamos obtener un ingreso extra a través de la huerta hidropónica popular, debemos pensar en construir un número de contenedores que nos permitan una mayor producción de especies vegetales (hortalizas, plantas medicinales, ornamentales y forrajeras).
Características de los recipientes y contenedores:
Las dimensiones (largo y ancho) de los contenedores pueden ser muy variables, pero su profundidad en cambio no debe ser mayor de 10-12 cm, dado que en el sistema HHP no es necesario un espacio mayor para el desarrollo de las raíces de las plantas. Se exceptúan solo dos casos:
Cuando se quiere cultivar zanahorias, la profundidad del contenedor debe ser como mínimo de 20 cm. Para producir forraje hidropónico debe ser como máximo de 5 cm. En el caso de los demás cultivos, las dimensiones máximas recomendadas (unidad de producción para HHP) para estas cajas son las siguientes:
largo 2,00 metros
ancho 1,20 metros
profundidad 0,12-0,15 metros
Dimensiones superiores a éstas implican mayores costos en materiales (madera, plástico, sustrato) y mayores dificultades y riesgos en el manejo. Las dimensiones mínimas son muy variables, pues dependen de la disponibilidad de espacio, los materiales que se puedan conseguir a menor costo y de los objetivos de la huerta (aprendizaje, recreación, experimentación o producción para la venta).
Veamos cómo construir una caja de madera, a la que llamaremos "unidad de producción para la HHP" o "contenedor".
Materiales y construcción del contenedor
Los materiales que se necesitan son los siguientes:
- tablas en desuso o nuevas, dependiendo de las posibilidades económicas (dos de 2 metros; dos de 1,20; trece de 1,30; y seis de 0,32 de largo)
- 110 clavos de 1 1/2 pulgada, martillo, serrucho, engrapadora (corchetera) y cinta métrica (huincha)
- 3,68 m2 (2,36 x 1,56) de plástico negro de calibre 0,10 diez centímetros de manguerita de polietileno o caucho, de color negro, de 7 a 10 milímetros de diámetro.
1. Después de calcular y medir las dimensiones cortamos las tablas en forma muy pareja, obteniendo las dos tablas de 2 m que conforman el largo y las dos de 1,20 m del ancho del contenedor (este ancho nos permite trabajar cómodamente alrededor del contenedor).
2. Clavando estas cuatro tablas obtenemos el marco del contenedor. El ancho de 12 cm de las tablas nos da la altura ideal. Estas son las dimensiones que tomaremos como ejemplo dentro de este Manual.
3. Las tablas de 1,30 m se clavan atravesadas a lo ancho en la parte que irá hacia abajo, colocando primero las de los dos extremos, que deben ir perfectamente alineadas por todos los lados con las del marco. Las demás se clavan dejando una separación de 3-4 cm entre una y otra, con lo que queda terminada la caja, cuya altura no debe ser superior a 12 cm. Al clavar las tablas, hay que tener la precaución de que éstas queden bien emparejadas en las esquinas y bordes, para que no haya salientes que pudieran romper el plástico, ya que esto afectaría la impermeabilidad de la cama, ocasionaría desperdicio de agua y nutrientes, y disminuiría la duración.
4. Después de terminada la caja, clavamos las seis patas en los cuatro extremos y en el centro de cada lado; deben colocarse en la parte externa de la cama, nunca en su parte interior, pues allí dificultan la colocación del plástico, disminuyen el área útil y hacen más difícil las labores de manejo. La función de las patas es hacer que la base de la cama quede separada del suelo, permitiendo una buena circulación de aire. De este modo ayuda a que no se produzca humedecimiento del área próxima al cultivo y se disminuye el riesgo de enfermedades y la aparición de algunos insectos que se establecen debajo de ella sin ser detectados. Veinte (20) centímetros de separación entre la base de la cama y el suelo son suficientes, pero del punto de vista de la comodidad de quien trabaja en la HHP y de la prevención de daños por niños o animales, la altura ideal de las patas es un metro, pero se debe considerar que esto conlleva mayores gastos en madera.
 
Colocación del plástico (impermeabilización)
Para impermeabilizar el contenedor se necesita un plástico negro de calibre 0,10; su función es evitar el humedecimiento y pudrición de la madera e impedir que se pierdan los nutrientes rápidamente. El color negro es para evitar la formación de algas y para dar mayor oscuridad a la zona de las raíces. El plástico nunca debe colocarse sobre el piso, a menos que se hayan barrido de éste todas las asperezas que pudieran perforarlo o que esté forrado con periódicos viejos. Siempre debería medirse y cortarse sostenido en el aire.
5. El cálculo de las dimensiones para cortar el plástico se hace de la siguiente manera: el largo total del contenedor deberá ser de más de tres (3) veces su altura. Tomando como ejemplo las dimensiones que ya hemos dado, tenemos dos (2) metros más 12 x 3 = 36 centímetros, lo que nos da un total de dos metros con treinta y seis centímetros. Esto es lo que debemos cortar para el largo. Para el ancho medimos la dimensión que tiene, que es de 1,20 metros más tres veces la altura (12 cm) lo que nos da un total de un metro con cincuenta y seis centímetros.
6. Ahora procedemos a colocarlo en el contenedor con mucho cuidado, para no romperlo ni perforarlo con las astillas de la madera, clavos salientes o las uñas. En las esquinas, el plástico debe quedar bien en contacto con el marco y con la base. El plástico debe engramparse (corchetearse) a los costados exteriores del marco del contenedor.
 
Colocación del drenaje
7. Todo recipiente que se va a destinar a HHP en sustrato sólido (este punto será explicado más adelante) deberá tener un orificio de drenaje, por el cual podrán escurrir los excesos de agua o de sales nutritivas. En los contenedores, este drenaje debe estar ubicado en la mitad de uno de los extremos. A una altura de 1,5 cm haga un orificio de 7 mm, por donde se pasará un trocito de manguera de la misma dimensión, preferentemente de color negro. Esta manguerita debe tener 10 cm de largo y tiene que quedar conectada en forma hermética por dentro del plástico en una longitud no mayor de 1,5 cm.
8. Para que el sellado entre la manguerita y el plástico sea hermético, se usa un clavo caliente o un cigarrillo encendido aplicado en el centro del - 31 - sitio donde la manguerita hace contacto con el plástico; se empuja la manguera de afuera hacia adentro, de tal manera que en un solo movimiento quede soldada a él (ver video). Después de introducida la manguerita en el plástico se deja enfriar para que haya un mejor sellado.
9. Luego se comienza a colocar el sustrato justamente en el punto del drenaje y desde ese extremo hacia el resto del contenedor, lo que evitará cualquier movimiento del plástico y que la manguera se despegue (ver video). El contenedor se coloca sobre el terreno, dejando un pequeño desnivel hacia el punto de drenaje, que puede ser de 0,5 a 1 por ciento (equivalente a 0,5 - 1 cm de desnivel por cada metro de longitud que tenga el contenedor). Si el contenedor va a ser utilizado para cultivar lechugas en el sistema de raíz flotante (que se explicará más adelante) no debe perforarse el drenaje, ya que se necesita conservarlo en agua con los nutrientes por varias semanas. En aquellos casos en que el espacio permita colocar varias unidades de producción (contenedores) hay que tener en cuenta la ubicación de los mismos, dejando un pasillo de cincuenta (50) centímetros para poder circular a su alrededor con facilidad. Un contenedor de este tipo, bien construido e impermeabilizado correctamente, puede durar más de cuatro años en uso constante, sin que haya que hacerle reparaciones ni sustituciones de ninguna de sus partes.
Otro tipo de contenedores Las mangas verticales y los canales horizontales (atravesados) constituyen otro tipo de contenedores, igual de eficientes que el anterior pero que sirven para espacios más pequeños.
Mangas verticales
Las mangas verticales vienen ya fabricadas en diferentes anchos y calibres. Debe preferirse el calibre 0,20, el ancho de 20 centímetros y el color negro (el calibre 0,20 es importante, dado que deben soportar el peso del sustrato). Estas mangas se compran por kilos o por metros, ya listas para hacerles las perforaciones donde irán las plantitas. El procedimiento es el siguiente:
1. Corte trozos de la manga (ver video) de dos metros de largo, o del largo que considere que puede manejar de acuerdo con el sitio donde las va a colgar y a la estatura de quienes las van a regar y a cuidar.
2. Sobre una mesa larga, o sobre el piso bien limpio y cubierto con papel periódico (para no perforar el plástico) extienda la manga en forma plana. Trace una línea de 12 cm en cada uno de los extremos, utilizando un plumón o marcador (ver Diagrama 2).
3. Desde una de esas líneas inicie la marcación de puntos distanciados según el cultivo que prefiera sembrar (vea las distancias sugeridas para los diferentes cultivos de trasplante en el Anexo V) iniciando con dos puntos paralelos al borde de la manga y a 2 cm de su borde; después trace un solo punto a la distancia seleccionada, pero ubicándolo en el centro de los dos anteriores y conformando un triángulo. Siga alternando en la misma forma dos puntos y un punto hasta la línea que trazó en el extremo opuesto. De vuelta a la manga, trace las líneas de base a 12 cm de cada uno de los extremos e inicie el mismo procedimiento del lado anterior, comenzando siempre en el mismo lado. No marque dos puntos, sino uno en el centro de la manga y después los dos laterales. Siga alternando uno y dos puntos a las distancias que ya seleccionó, hasta que llegue al otro extremo.
4. Cuando la manga haya quedado marcada con puntos por ambos lados, tome un trozo de tubo de metal de 20 cm de largo y 2,5 cm de diámetro, al que le haya afilado un borde exterior en uno de sus extremos (en redondo). Tome un pedazo de cartón o varias páginas de periódico dobladas, de un ancho un poco inferior al diámetro de la manga, y métalo por uno de sus extremos hasta que llegue a la zona de los puntos. Ahora apriete el extremo afilado del tubo (ver video) en el centro de cada uno de los puntos marcados y haga girar el tubo (apretando con presión) hasta cortar el círculo de plástico. Siga avanzando hacia el otro extremo, repitiendo este procedimiento y deslizando el trozo de cartón o de periódico por el interior de la manga para que el tubo sólo corte la cara correspondiente de ella. No corte hasta el otro lado en un punto que no corresponda.
5. A 8 cm de uno de los extremos amarre la manga con un cáñamo, hilo o fibra de nylon, dando varias vueltas y apretando fuertemente el nudo.
6. Ahora, ya se puede iniciar el llenado de la manga con la mezcla de sustrato (su composición se explicará más adelante) que debe estar hecha y humedecida por lo menos desde el día anterior, especialmente si tiene cáscara de arroz, que tarda muchas horas en humedecerse lo suficiente. No eche el sustrato dentro de la bolsa si no está previamente mojado; ya dentro de ella será imposible mojarlo antes de la siembra, lo que es muy importante.
7. Cuando haya terminado de llenar la bolsa con el sustrato húmedo, colóquela verticalmente dándole algunos golpecitos suaves sobre el piso limpio de asperezas, para bajar el sustrato. La manga se cierra por su parte superior, de la misma forma que se cerró en el otro extremo, y con una tijera se le hace un corte redondo de 3 cm de diámetro que es por donde se le suministrará el riego. También es posible, con un poco más de trabajo, colocarle un pedazo de botella desechable a manera de embudo, con la tapa perforada con seis hoyitos, amarrando la boca de la botella cuando se hace el nudo de la manga en la parte superior.
8. La manga se deja colgada o recostada. No se siembra el mismo día que se llenó, sino que durante dos o tres días se deben aplicar riegos con solución nutritiva para que el sustrato baje o se estabilice. Después de esto y a la sombra, se trasplantan las plántulas de la especie que se haya seleccionado. Para el trasplante se hacen hoyos que apuntan hacia abajo a través de cada una de las perforaciones de la manga y se meten las raíces con mucha paciencia y cuidado, tratando de no romperlas ni maltratarlas. Si el tiempo es soleado y caluroso, se deja la manga a la sombra durante tres días, para asegurar el prendimiento y después se cuelga en el sitio donde va a quedar definitivamente (ver video). Los excesos de agua y nutrientes saldrán por el extremo donde se hizo el nudo inferior. Este líquido se debe recoger y aplicar nuevamente en los riegos posteriores. En las mangas verticales no se siembran especies de siembra directa, sólo deben sembrarse especies de trasplante. Usando este sistema se han tenido muy buenos resultados con fresa o frutilla, perejil (rizado o liso), lechugas, achicorias y plantas ornamentales de flor de porte reducido. Para la preparación del sustrato de estas mangas, se debe disminuir un poco la cantidad del componente más pesado y aumentar el más liviano y que retenga más humedad. La nutrición se hace de la misma manera que en un contenedor de madera, regando todos los días con solución nutritiva y con agua cuando es necesario.

Canales horizontales
Los canales o mangas horizontales se pueden ubicar sobre el terreno (en la base de las paredes) o colgadas sobre las paredes, a varias alturas. Se utiliza plástico negro de calibre 0,15 o 0,20 de 50 o 60 cm de diámetro que se compra en forma de manga con esas dimensiones.
1. Para hacer un canal colgado de 4 metros de largo, después de ubicar el sitio, se corta un trozo de manga del largo que permita el espacio disponible, no debiendo ser superior a los cuatro metros (ver Diagrama 3). Si se va a construir un canal apoyado en el suelo, la longitud puede ser hasta de 10 metros.
2. Se cortan dos pedazos de hilo, cáñamo o fibra de nylon resistente de nueve (9) metros cada uno. Individualmente se doblan en dos partes y se hacen nudos a los largo del hilo cada 80 cm. Con la ayuda de una persona, se mete el primer pedazo de pita anudado dentro de la manga hasta que salga al otro lado, dejando a cada extremo un sobrante de 50 cm. Luego se tensa el hilo y se deja que el doblez de uno de los lados de la manga se apoye sobre el hilo. Después se corchetea a un centímetro del doblez cada 40 cm o se asegura el plástico sobre la pita con una o dos puntadas hechas también con nylon cada 40 cm. Se gira la manga y se mete el otro pedazo de hilo anudado con lo que queda una especie de hamaca de 50 o 60 cm de ancho y cuatro de largo.
3. A continuación, con el apoyo de cuatro clavos grandes (de 5 pulgadas) clavados sobre la pared dos a cuatro metros uno del otro y dos a diez centímetros de altura de los dos primeros, se fija la manga sobre la pared tensando muy bien el hilo de nylon para evitar que la manga, cuando se llene con el sustrato, no se arquee demasiado. La misma, en la medida de lo posible, debería quedar horizontal para que el agua y los nutrientes circulen lentamente a lo largo de ella. Dependiendo de la altura de la pared, se pueden colocar hasta cuatro canales horizontales superpuestos. Cada canal debe tener una pendiente de 0.5% (para este ejemplo, 2 cm de diferencia de altura entre los clavos que van en los extremos). Estos se llenan con un sustrato similar al recomendado para las mangas verticales y en ellos se pueden sembrar frutillas, rabanitos, perejil, cilantro, tomillo, plantas medicinales, plantas aromáticas y flores.
Como hemos visto en esta clase existen múltiples tipos de contenedores que se pueden utilizar para hacer una Huerta Hidropónica Popular incluyendo aquellos que de acuerdo a las posibilidades económicas, espacio y proyecciones puedan ser más o menos complejos permitiendo aprovechar productivamente espacios más grandes. Muchos de los materiales sugeridos se encuentran en desuso, por lo que en algunos lugares los usuarios dicen que la HHP es la tecnología agrícola urbana del desecho.
RESUMEN
Una síntesis de los recipientes que se pueden utilizar para hacer cultivos hidropónicos es la siguiente:
- cajas de madera forradas por dentro con plástico,
- canales de plástico, "Eternit" o guadua (bambú),
- tubos de PVC o plástico,
- llantas viejas de vehículo,
- galones de aceite desocupados y abiertos por la mitad,
- envases plásticos de margarinas, aceites o detergentes o vasos desechables de bebidas gaseosas o yogurt.

LOCALIZACION E INSTALACION DE UNA HUERTA HIDROPONICA

Una vez decididos a formar nuestra Huerta Hidropónica Popular (HHP), uno de los primeros pasos es definir el lugar donde la vamos a ubicar. Estas huertas pueden ser localizadas en distintos lugares de la vivienda (paredes, techos, patios, ventanas, terrazas). Existen algunos criterios importantes que deben ser tomados en cuenta para obtener mayor eficiencia, mejores resultados y éxito en el producto final y en la empresa comercial que nos proponemos. El criterio más importante es ubicar nuestra huerta en un lugar donde reciba como mínimo seis (6) horas de luz solar. Para esto es recomendable utilizar espacios con buena iluminación, y cuyo eje longitudinal mayor esté orientado hacia el norte.  
 
Se deben evitar aquellos espacios sombreados por árboles, los lugares inmediatos a casas u otras construcciones y los sitios expuestos a vientos fuertes.
La mayoría de los Cultivos Hidropónicos se hacen a libre exposición, pero en aquellas zonas caracterizadas por excesivas lluvias se deberá prever la instalación de algún tipo de techo plástico transparente, de uso agrícola. Es también muy importante la proximidad a una fuente de agua para los riegos, con el fin  de evitar la incomodidad y el esfuerzo que significa transportar los volúmenes de agua necesarios.
Algunos elementos, como los recipientes plásticos para el almacenamiento del agua y los nutrientes, la regadera y un pulverizador, deberían estar cerca de los cultivos de nuestra huerta, ya que son elementos que se utilizarán muy frecuentemente. Es importante prevenir ataques de pájaros, que pueden producir daños importantes, especialmente cuando se utiliza un sustrato sólido, como cascarilla de arroz. La idea de que los cultivos sin tierra sólo se pueden obtener en condiciones de invernaderos plásticos no es complemente cierta. Algunas experiencias conducidas en distintos países de América Latina y el Caribe con cultivos de apio, acelgas, lechugas, nabos, pepinos, perejil, rabanitos, tomates y otras hortalizas, sin utilizar cobertura plástica, indican que es posible obtener buenos productos y plantas a la libre exposición, cuando ellas están adaptadas a las condiciones ambientales del lugar donde se cultivan. La cubierta plástica (o de vidrio) sólo se necesita cuando se cultivan hortalizas o plantas fuera de las condiciones a las cuales están adaptadas y cuando se desea evitar los riesgos de infecciones y ataques de algunos de sus enemigos naturales. Cuando existen diferencias ambientales (heladas o temperaturas muy elevadas) es posible compensarlas con una mejor nutrición y cuidados a través del cultivo hidropónico.
Hay hortalizas que se adaptan a todas las condiciones de clima de la mayor parte de las regiones habitadas del mundo. Así, es posible cultivar repollos, arvejas, cebollas, frutillas o fresas, y plantas aromáticas y ornamentales, en épocas o climas fríos; también se puede cultivar habichuelas o porotos verdes, acelgas, tomates, cilantro, pepinos, remolacha y muchas otras plantas, en épocas o climas intermedios; y ají, albahaca, ahuyamas o zapallos, melones, pepinos, pimentones, sandías, tomates y otras, en épocas o climas calientes. Es muy importante y se recomienda decididamente que el lugar destinado a la huerta hidropónica popular esté cercado, para impedir la entrada de animales domésticos (aves de corral, conejos, gatos, perros) o personas irresponsables. Este es uno de los elementos limitantes para iniciar y hacer prosperar una HHP. Si no es posible aislar la huerta de este tipo de animales o personas, la recomendación es no invertir ningún esfuerzo, porque más tarde o más temprano éste será perdido, generándose una gran desmotivación. Quienes, además de mejorar su alimentación, deseen obtener ingresos adicionales a través de una huerta hidropónica popular, deberán planear una mayor producción, para lo cual es necesario disponer de mayores espacios. En estos casos, sin embargo, los criterios de ubicación siguen siendo los mismos.
El espacio en sí mismo no es el factor más limitante para los cultivos hidropónicos. Es posible cultivar una HHP en menos de un metro cuadrado o en la mayor de las terrazas o patios caseros que se puedan tener en una vivienda urbana. La mayoría de las HHP instaladas en diferentes países tienen un área que varía entre 10-20 metros cuadrados, pero hay familias o grupos que cuentan con áreas de cultivo superiores a 200 metros cuadrados, lo que les permite comercializar su producción,. Combinando las diferentes formas de HHP que existen (canales horizontales recostados en las paredes de las viviendas o muros; canales angostos y poco profundos; camas de cultivo hechas en madera; recipientes tubulares verticales en PVC o plástico; simples tiestos plásticos individuales, etc.) se puede tener una atractiva y provechosa huerta de hortalizas limpias y nutritivas.
RESUMEN
Criterios para definir el lugar donde ubicar una huerta hidropónica popular:
! disponer de un mínimo de seis (6) horas de luz solar al día en el lugar elegido,
! próximo a la fuente de suministro de agua,
! no expuesto a vientos fuertes,
! próximo al lugar donde se preparan y guardan los nutrientes hidropónicos,
! no excesivamente sombreados por árboles o construcciones,
! ser protegido o cercado para evitar el acceso de animales domésticos,
! posible de proteger contra condiciones extremas del clima (heladas; granizo; alta radiación solar; vientos), y
! lejos de focos de contaminación con aguas servidas o desechos industriales.

ESPECIES DE SIEMBRA DIRECTA EN HHP: CALENDARIO DE ÉPOCAS DE SIEMBRA PARA CHILE

ESPECIES ÉPOCA
Adecuada Medianamente adecuada Inadecuada
Ajo Abril-Mayo Junio-Julio Resto del año
Arveja Marzo-Abril-Mayo Junio-Julio Resto del año
Cebolla de rama Enero-Febr   Resto del año
Cilantro Febr-Marzo-Abril   Resto del año
Fresa o frutilla Sept-Oct-Nov Marzo-Abril-Mayo Resto del año
Haba Marzo-Abril-Mayo Junio-Julio Resto del año
Habichuela o poroto verde Sep-Oct-Nov   Resto del año
Frijol o poroto seco Sept-Oct-Nov   Resto del año
Melón Sept-Oct-Nov   Resto del año
Nabo blanco Marzo-Mayo Dic-Febr Junio-Julio
Nabo cuello morado Agosto-Nov    
Pepino de ensalada  Sept-Oct-Nov Febrero Resto del año
Rabanito rojo Mar-Abr-Mayo Agosto-Sept-Oct-
Noviembre
Enero-Febr-Dic Resto del año
Remolacha o Betarraga Enero-Mayo  Agosto-Sept Junio-Julio Oct-Dic
Sandía Sept-Nov   Resto del año
Zanahoria Enero-Mayo   Agosto-Sept Junio-Julio     Oct-Dic  
Zapallo italiano Sept-Oct    

PLANTAS AROMATICAS Y MEDICINALES QUE SE PUEDEN PRODUCIR MEDIANTE EL SISTEMA DE HIDROPONIA POPULAR

ESPECIE DISTANCIAS DE SIEMBRA PERIODO DE PRENDIMIENTO A LA PRIMERA RECOLECCIÓN
Plantas Surcos
Berros * 10 10 70
Hierbabuena 30 30 60
Hinojo 25 25 110
Manzanilla al voleo al voleo 90
Poleo 15 15 60
Tomillo 17 17 75
Toronjil 30 30 70
* Los berros crecen y producen con gran vigor si se siembran en pequeños recipientes plásticos por el sistema flotante, pero sin necesidad de "Plumavit". Sólo la raíz entra en el agua. Hay que tener la precaución de que las semillas sean nuevas y que no estén contaminadas por provenir de aguas sucias.