Mantenimiento Acuaponico: Cuida Tu Bomba Sumergible

En la entrada pasada, que fue de mantenimiento en acuaponia, faltó incluir lo de las bombas, que es un punto importante para tu instalación acuapónica, ya que es el corazoncito de todo el sistema. No sirve de mucho, ni para la parte de hidroponia ni la de acuacultura, que la bomba esté sin funcionar. De hecho, los peces se pueden quejar muriéndose.

Para pequeñas instalaciones acuaponicas, como la que asumo que tienes o quieres hacer, las bombas sumergibles hacen todo el trabajo, son fáciles de conseguir y, se supone, no tienen mantenimiento.

Sin embargo, la gran mayoría de estas bombas sumergibles no fueron hechas con la acuaponia, acuacultura o hidroponia en mente; están hechas normalmente para fuentes, estanques y albercas.

En este tipo de instalaciones decorativas, normalmente el agua es mucha (como en un estanque) o está clorada (como en la fuente o la alberca). Esto hacer que la bomba pueda funcionar sin problemas, ya que hay pocas bacterias en el agua, no hay mucho fertilizante y las algas y basuras no son un problema grave.

Sin embargo, en acuaponia es otro cantar. Aquí tu agua está fertilizada y con una gran actividad bacteriana, lo cuál es bueno para las plantas hidropónicas y para los peces, pero no para la bombita. Aquí hay una gran cantidad de basuritas, algas y demás ondas que van a hacer que tu bomba batalle para funcionar. Como se ve en la foto, se le pegan mil cosas y le salen algas. Eso hace que se vea fea y no jale tan bien.


Así que de cuando en cuando, hay que sacarla y limpiarla. Aunque hay muchos tipos de bombas, la gran mayoría vienen en un “estuche” sellado, para evitar la entrada de agua y unas paletas o hélices para mover el agua. Es aquí donde hay que entrar en acción.

Para que no batalles, el primer punto que hay que tomar en cuenta, y que es muy importante: NUNCA dejes que se seque tu bomba. No solo porque se descompone más rápido si la tienes corriendo con aire, sino que también se pegan todas las cosas que, húmedas, son muy fáciles de quitar, como las algas y las basuras. Es algo así como un sartén con comida pegada. Si ya se te secó, déjala en el agua al menos por 4 horas antes de limpiarla.

Para limpiarla no utilices cosas abrasivas, detergentes, jabón o cualquier otra cosa que afecte el empaque o que pueda contaminar tu agua. Recuerda que el detergente mata bacterias y no quieres que pase eso.

La limpieza hay que hacerla con un cepillo suave. Yo utilizo los que se usan para limpiar biberones; están largos, suavecitos y no dañan el plástico de la bomba. Las algas, película bacteriana y basuras se caen con la limpieza sin ningún problema. Este cepillito quita todo en unos minutos y no daña ningún componente.


Las entradas de la bomba hay que limpiarlas también, solo que no la desarmes, a menos que sigas el manual al pie de la letra. Una bomba que pierde el sello ya no te sirve para nada.

Por último, si se hace sarro en la bomba, lo cuál puede pasar, puedes meterla en un recipiente con 4 partes de agua y una de vinagre. Esto es suficiente ácido para ir debilitando el sarro y no es tan fuerte para dañar la bomba.

Lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante y limpiar en cuanto veas que está sucia o que el caudal está bajando, signo de que se está tapando o que da menos vueltas por minuto.

No te toma mucho tiempo y con eso mantienes tu instalación activa y sin problemas. Aquí la bomba ya está limpia, sin ninguna obstrucción y lista para seguir trabajando sin interrupciones.


Cuida tu bomba y ella cuidará a tus peces.

Hasta la próxima.


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